lunes, 25 de febrero de 2013

Sentirse eterno.


Comenzaremos preguntándonos, ‘’ ¿qué es la eternidad?’’ a esta sencilla pregunta responderemos:

El concepto de eternidad (del latín “aeternitas”), relacionado con el de inmortalidad, se refiere popularmente unas veces a una duración infinita y sin límites, y otras designa una existencia sin tiempo o fuera del tiempo.

Estoy en mi cuarto, delante del escritorio. Después de leer varias veces la experiencia a la que me voy a adentrar, intento  encontrarme conmigo misma, cierro los ojos y me propongo  sentirme eterna.

-Creo que me estoy equivocando, no es esta la manera ni la forma. Precisamente mi madre me interrumpe para ofrecerme café.-
Me siento en mi cama, pongo música de meditación de  Kip Mazuy y me dejo llevar…

Comienzo mi viaje hacia mí yo. Recordando lo aprendido por nuestra profesora Olga, me inicio en el camino de la respiración y voy sintiendo como oxigeno mi organismo.
De repente soy yo en un bosque hermoso, aunque no estoy sola. Me encuentro a una persona, a la que he querido mucho, a la que mucho extraño y   que no está conmigo ahora. Me repite dulcemente aquellas palabras que tanto me motivaban, entre ellas ‘’ ¡qué guapa está esta chica siempre!’’.

Te siento muy cerca, pero no recuerdo tu voz. Entonces, rememoro algunos de aquellos momentos que pude compartir junto a tí. Recuerdo aquel tiempo en el que me dabas masajes en los pies, o aquellos en los que mi madre y yo íbamos a visitarte a tu casa, incluso mi primer día de playa contigo, esa playa que tanto te gustaba. –De repente, una fuerte emoción hace que se me salten las lágrimas…-

Él ya se ha ido, pero no me siento sola de nuevo, estoy ahora con mi abuela Manolita. El periodo de tiempo con ella es breve, pero me hace recordarla con su abrigo de visón, y seguimos en el bosque.


Inesperadamente la música termina. Quiero poner otra y despertar, pero una fuerza me lo impide, consigo escapar de esa fuerza y me dispongo a poner una amplia lista de música de meditación, aunque esta vez de Nawang Khechog.




-Me siento bien conmigo misma después de esta corta experiencia, mi cuerpo pide más, quiero volver a sentir lo que antes sentí, así que me dispongo a volver a la cama, esta vez tumbada.-

Vuelvo a las constantes respiraciones, esto implica que de nuevo comience a oxigenar mi organismo. Me siento diferente, ahora solo pienso en intentar concentrarme en qué poder escribir luego. Pero esta sensación dura pocos minutos, la música  consigue envolverme de nuevo.

Ahora soy un pájaro que vuela sobre montes, me siento libre. Vuelo por encima de una cascada, pero al instante soy otro pájaro diferente.

Mi concepto sobre mí de ser  pájaro cambia. Tengo constancia de que estoy echada en la cama, un punto de relajación máxima. Tengo sensaciones en este momento inexplicables, me siento aturdida. Puedo notar como algo me envuelve y me hace sentir como tocando las estrellas, que pasan sobre mí velozmente. Una sensación que nunca tuve y que solo se repite dos veces en toda mi experiencia de eternidad.

Puedo notar como mi mente y mi cuerpo son solo uno. Entonces, dejo de pensar.
Tras un  periodo de tiempo indefinido comienzo a sentir como una presencia está a mi lado izquierdo, -realmente inexplicable-, siento como la mano izquierda comienza a pesarme tanto que no soy capaz de pensar que quiero moverla.

Posteriormente me despierto, esa presencia que he sentido a mi lado ha querido que me despierte.

Sigo aturdida, pero con una grata sensación. El tiempo no me ha importado, he podido sentirme eterna. 

jueves, 14 de febrero de 2013

Mi paso de 4º de ESO a Bachillerato.


Comienzo diciendo, que fue mi decisión querer estar dónde estoy. Estudio primero de bachillerato, especializadas en ciencias de la salud.

Nunca tuve claro el saber qué estudiar. Mi padre es arquitecto, y me fascinaba su trabajo. El hecho de entrar en su estudio y verle haciendo maquetas de madera, o enseñarnos muchas fotos de casas renovadas, era algo que creo que a cualquier niño le gustaría. Pero, no sabía todo el trabajo previo que le conllevó. –Me refiero a un arquitecto, en el caso de mi padre, como a cualquier otro trabajador/a-

Hasta hace poco tiempo, seguía sin saber qué estudiar, pero el hecho de haber estudiado cuarto de eso, ha sido  una ayuda para poder orientarme. Aunque, pensándolo mejor, las personas que han estado conmigo durante ese curso, especialmente mi madre y mi hermana,  ellos han sido una gran ayuda para mi enorme indecisión.

Refiriéndome a mi antiguo colegio; nunca me plantearon elegir nada con ese nivel de importancia. No quiero decir que no tuviese que optar por una cosa u otra, pero no de tal importancia como es la decisión que hay que tomar en cuarto: tomar una decisión, que va a repercutir a lo largo de tu vida.

Mi decisión fue seguir estudiando y estudiar, como ya he dicho, bachillerato de ciencias. Para qué mentir, nunca se me dieron bien las ciencias. Pero no me quiero lamentar, pienso que es algo que si se trabaja y se pone empeño, se consigue, como todo en la vida. Quería estudiar algo en lo que me sintiera realizada conmigo misma, y eso pienso que se consigue ayudando a los demás. No hay mejor ayuda que salvando vidas, es decir, estudiando medicina. Pero no es lo mío, soy incapaz de coger una aguja o de manipular con la sangre. Finalmente, decidí que estudiar psicología sería lo mío.


La psicología es la disciplina que investiga sobre los procesos mentales de las personas o animales.


Simplemente fue una intuición, algo me hizo pensar que debería estudiar psicología. En cuarto de eso me sentía muy desmotivada, mis profesores me decían que me equivocaba (sutilmente claro), que la idea de meterme en un bachillerato de ciencias no sería la correcta y mis mis amigos pensaban igual. – Sé que lo decían porque había confianza y desde un punto de preocupación hacia mí – Pero todo ello no me importó, o gracias a los ánimos de mi madre, hizo que no me importara y que siguiera adelante. Me doy cuenta, lo importante que es tener a alguien que te apoye, es esencial para poder seguir adelante.

 -Me gustaría que vierais este vídeo de la película de Amelie. (una de mis favoritas), en la que Amelie, siente una extraña sensación de ayudar a toda la humanidad.-



Decidido entonces lo que quiero estudiar, se me presentaba otra elección. ¿Qué colegio elegir para poder cursar el deseado bachillerato? Me decantaba por dos, Santo Domingo o San Luis. Otra gran decisión, la verdad.

Esta decisión la pude tomar gracias a mi hermana.- Como podéis comprobar, es importante que alguien te ayude y aconseje, o al menos, para mí. – Mi hermana, anteriormente había cursado en Santo Domingo, bachillerato de ciencias también. Para ella fue una experiencia increíble, especialmente por haber conocido a sus amigos y a un gran profesor, Juan Clavero. Me decidí entonces por Santo Domingo y es algo de lo que realmente me alegro.

Me hubiera gustado poder compartir esta experiencia, de un colegio nuevo, profesores nuevos, con mis amigas de siempre, las de mi antiguo colegio, pero sus decisiones fueron diferentes a las mías.

Para mí, ha sido un gran cambio de una secundaria a un bachillerato y especialmente un gran cambio de un colegio a otro. He tenido la suerte de conocer a muy buenos profesores en la secundaria y primaria. Profesores que me enseñaron, desde cómo poner una mesa hasta el saber que es un átomo. Todos ellos han sido únicos y me han enseñado muchos valores, me han enseñado a ser lo que soy ahora.

Profesores que son ahora como parte de mi familia. Sentía que se preocupaban por mí y yo sentía lo mismo. Quiero decir, algo muy familiar. Pero eso es el pasado, aunque esté en mi presente. He llegado a otro colegio, otros profesores, otros amigos…

He conocido a personas increíbles y es de lo que más me alegra. Me apoyan y me cuidan, como si siguiese en mi otro colegio. Pero todo es diferente, es otro mundo. El nivel es mucho más avanzado. Las matemáticas y la química son ahora más complejas. Aunque muchos profesores me han hecho darme cuenta de que son tan valiosos como mis profesores antiguos.

Puedo decir, que realmente me siento afortunada de poder haber conocido a un profesor tan bueno como es mi profesor de filosofía, Jesús Zafra. No solo por sus clases, si no por todo lo que transmite. Me ha hecho darme cuenta de que el ser pesimista y lamentarme, no me lleva a ninguna parte. Si eres optimista, la mayoría de tus posibilidades de que algo salga bien, serán mayores. Puedo decir, que él también forma parte de esas personas que te ayudan a lo largo de tu vida.

Y para terminar, una sugerencia para el colegio. Creo que es algo que está en sus manos  y que ayudaría a crecernos como personas, sería el hecho de informarnos como está el mundo, es decir que nos iniciaran en el mundo de la política.

Al menos , podríamos tener una clase a la semana relacionada con la política. Y que cuando estuviésemos ‘’formados e informados’’ que cada profesor nos explicase su punto de vista de la situación actual del mundo, lo que estamos viviendo, y  se creasen debates…

Personalmente, pienso que para la edad que tengo no podría debatir en algún tema sobre política, porque no me veo con información suficiente para ello. Me gustaría poder cambiar eso, y que fuera el colegio quien me ayudase, quien nos ayudase.

Aunque todo hay que decirlo, que resultasen unas clases amenas, divertidas y que la gente no se aburriese e interviniese, que no se convirtiese, por ejemplo en una clase de historia. -Sin ánimo de ofender, a las clases de historia.- 

Buscando un poco por Internet encontré algo que esta muy relacionado  a lo que me quiero  referir...


“Que los jóvenes hoy hablen y debatan y tengan las libertades de incluirse en cualquier espacio político, nos va a hacer el día de mañana una sociedad con mayor conciencia social y política a la hora de enfrentar nuestros problemas”, dijo finalmente. (Redacción de Babel)