domingo, 9 de junio de 2013

Dos grandes filósofos del siglo XVII y XVIII; Rousseau y Hobbes.

Un salvaje, sí, ¡Pero bueno! : Rousseau.

Rousseau como sabemos, dedica su filosofía a defender una nueva visión del hombre. Con estas tres citas extraídas de tres de tres de sus obras, nos intenta explicar yb problema ya planteado por Hobbes y Locke: ¿Cuál es el estado natural del hombre?

Nos aclara Rousseau, que al principio de los siglos cada hombre vivía en paz consigo mismo, como con aquellos que les rodeaban, carecían de ambición y de codicia. Esto era o que se entendía por el concepto de un buen salvaje.

Esta situación de armonía tenía el tiempo contado, todo se hunde cuando aparece la propiedad privada. Un hombre tapia un terreno, proclama que es suyo y comienza el egoísmo, las envidias y las injusticias. Actúan aquí y ahora los poderosos, aprovechan esta situación de desorden para imponer unas leyes y consiguen con esto una situación de esclavitud, para aquellos hombres, que en un momento de su etapa fueron libres.

Es en este momento donde Rousseau propone un cambio, en el que cada individuo tienen que unir sus fuerzas con las de los demás sin perder sus libertades, es decir, que establezcan la opinión común de la sociedad. Y se consiga al fin, de nuevo, el estado de libertad natural del buen salvaje.


Hobbs.

Tras leer este fragmento, podemos decir que la preocupación de Hobbes se centra en la necesidad de evitar guerras civiles en las que se encontraba la sociedad de su tiempo.

Para Hobbes, el estado de naturaleza conlleva a dos leyes innatas; una de ellas es el instinto de supervivencia de la persona, y otra de ella es el intento del ser humano de ejercer un control, es decir, un impulso del hombre a dominar a los demás.

Según Hobbes, el estado del hombre, es el estado de guerra de todos contra todos. Propone que solo podríamos salir de ella por medio de un pacto social que entregue toda la libertad de los súbditos a un monarca, con una única condición, que este sea capaz de mantener la paz. Es decir, se opta por postular una autoridad política dotada de poder absoluto.

Para terminar, podríamos decir que Hobbes entiende por guerra una situación que reina el miedo y hace imposible, la industria, las ciencias y las artes. 


Estos dos grandes autores nos intentan responder, ¿cuál es el origen del estado?

Llego a la conclusión, de que estos dos filósofos se percatan de que el pueblo necesita la cooperación de que otro factor  importante intervenga, tanto sea este, apoyo de un solo individuo el cual posee un poder absoluto, o sea de un mismo pueblo fusionado.

En mi opinión, soñando con una sociedad mas apacible me inclinaría por como entiende la naturaleza humana, Rousseau. Es cierto, que la propiedad privada conllevaría a la ruina, ya que sería una situación aprovechada por poderosos. Pero es aquí donde comparto la opinión con nuestro amigo Rousseau, es decir, en la sociedad se llegaría a establecer lo que se llama una voluntad general, una voluntad en su conjunto, que no es mas que la suma de voluntades individuales y se establecería una opinión común de la sociedad. Y de este modo, el hombre podría asegurar su felicidad.

Pero ahora, cambiando de bando y siendo realistas, en mi opinión la concepción que defiende Rousseau no coincide demasiado con las democracias actuales. Y es aquí donde Hobbes entra en acción. Y por desgracia repito, siendo realistas, hay que darle la razón a Hobbes de que el estado del hombre, es el estado de guerras de todos contra todos, y de que nuestro estado de naturaleza conlleva a la violencia y esto es algo real.